Todas somos Daenerys en algún momento de nuestra vida. Todas lo somos porque sabemos que es agotador en algunos momentos luchar contra el patriarcado. Daenerys Targaryen es nuestra triste representación de lo que ocurre cuando una mujer lucha contra un mundo liderado y dominado por hombres.
Khaleesi: la que no arde, rompedora de cadenas, madre de dragones y liberadora de esclavos. Pasó de ser vendida como esposa esclava a reunir el apoyo de miles para ser una gran líder, luchar por la injusticia y tener un único objetivo: el de crear un mundo mejor y justo. Pero finalmente fue el agotamiento de luchar contra el patriarcado lo que ha logrado vencerla.
Daenerys Targaryen al límite
Durante varios episodios por no decir temporadas, nos han hecho creer que la lucha por el trono de hierro sería un Daenerys vs Cersei. Pero a la hora de la verdad, ha sido Daenerys a la que han tachado de “loca del coño” por no seguir los consejos de hombres, ni ser leal a Jon, ese hombre que no para de insistir que Dany es su reina pero que hace poco o nada para sofocar el apoyo del patriarcado que lo rodea. Y es que, Jon Nieve puede insistir en que no quiere el trono de hierro, pero sólo le llevó un par de minutos acabar con el gran secreto. Un secreto que llevó a Daenerys Targaryen al límite.
La reina de dragones es una mujer decidida y tenaz que ha luchado mucho para llegar a donde está y en algún momento de toda esa lucha y después de sufrir grandes tragedias, ha perdido de vista su objetivo y ha olvidado que fue su compasión la que la convirtió en una gran líder. Pero la verdad es que cuando todo es una lucha cuesta arriba, es muy fácil caer en la trampa.